La alta complejidad de la profesión fiscal: ¿Es sostenible?

La profesión dedicada a la materia fiscal ha dejado de ser una especialidad centrada en la interpretación de leyes tributarias y en la determinación de contribuciones. En la actualidad, se ha convertido en una disciplina de alta complejidad estructural, caracterizada por la interacción permanente entre múltiples áreas del conocimiento: derecho, economía, finanzas, tecnología, protección de datos, comercio internacional, gobierno corporativo y análisis de riesgos. Esta evolución ha transformado el ejercicio fiscal en una función crítica dentro de las organizaciones y, al mismo tiempo, ha abierto un debate inevitable: ¿Es sostenible que la provisión fiscal continúe incrementando su complejidad al ritmo actual?