Foros


Inicio » Fiscal

Página: 1

Mensaje Autor

Arriba
08/Jun/09 11:49
¿Quién viaja a Antigua?

Muchas veces 'escuchamos' que al contador lo traen para arriba y para abajo, pero ¿viajar a otro país que representa? (leanla toda, sino no entenderan):


Stanford. La empleada del año
El 18 de febrero de 2009 se destapó uno de los mayores fraudes en México. La firma Stanford, que presidía el millonario texano Allen Stanford

El Universal
Lunes 08 de junio de 2009
El viernes 14 de octubre de 2005 amaneció con el clima del otoño que había llegado a la ciudad de México, pero se resistía a enfriar la temperatura. Todo ese mes los índices de contaminación ambiental estuvieron altos y moverse en las calles era una experiencia no muy agradable.
Por esa época, las oficinas de Stanford en México ya estaban en el mismo lugar que cuando todo se derrumbó en la calle Andrés Bello 10, en Polanco. La única diferencia con el momento de la debacle, es que entonces sólo tenían el sexto piso del edificio y parte del séptimo. Desde allí operaba el escuadrón de captadores de dinero que, entre otras cosas, inflaba las arcas del banco de Antigua.

—En realidad, el giro de la empresa era consultoría de personas morales —me dice el señor X—. Nos dedicábamos a la consultoría en cuanto a recursos humanos, contabilidad, asuntos fiscales, etcétera. Consultoría de cómo mejorar tus ventas, tu negocio en general. Aunque la verdad es que ya se captaba dinero desde ese entonces. Tan es así que había clientes que mandaban voluntariamente su transferencia al banco en Antigua, ya fuera desde Estados Unidos o desde México. Si lo reportaron o no, eso fue asunto de cada uno. El hecho de que tú hagas una transferencia bancaria no implica que le estés reportando ese dinero a Hacienda.

Lo cierto es que ésa no era la única manera en que muchas personas sacaban su dinero de México, asegura mi informante.

—Había algunos otros clientes que llegaban con un cheque de un banco estadounidense. Bank of America, Bank of New York. Ellos le dejaban un cheque a su asesor de Stanford y mediante un área de operaciones, un área secreta, esto se metía en un paquete y se mandaba en el pounch, en un avión privado que rentaba Stanford México y volaba a Antigua. En ese avión se alternaba gente de recursos humanos, de confianza de David Nanes, de contraloría. Eran básicamente tres. La aeronave salía por lo menos una vez al mes, cuando se juntaba una cantidad interesante de cheques. Esos documentos podían ir a nombre del banco, porque finalmente tú, como cliente, tenías una cuenta bancaria y podías hacer el cheque a tu nombre o a nombre de Stanford International Bank, y atrás le ponías “para depósito en la cuenta tal”. Cuando el bando en Antigua recibía esos documentos, los mandaba al cobro en Europa o Estados Unidos. Es decir, el proceso era complicado: avión de México a Antigua y ahí el dinero se lo tomaba como bueno al cliente, desde que el cheque tocaba el banco, sin embargo todavía la institución tenía que mandar a cobro esos papeles. Por eso Stanford International Bank también tenía cuentas abiertas, más de 50 en todo el mundo. Así funcionó durante más de 10 años.

—¿En qué periodo?

—Hasta 2005.

—Por qué dejaron de hacerlo?

—Porque detuvieron un avión y ya no se pudo seguir.

—Es claramente ilegal sacar dinero en cheques sin declararlo.

—Sin embargo muchos grupos financieros lo hacían.

—Existían algunos otros a los que ya les habían detenido aviones. Si tú eras mi cliente y venías con un cheque de Bank of America, podías decirme: “ a ver señor, aquí está un documento por 200 mil dólares. ¿Te lo doy?” Sí, como no. Pero no te puedo firmar como que lo he recibido….

X sonríe, levemente, de la misma forma que debe de haberlo hecho cuando esta conversación era real y en lugar de un periodista, tenía enfrente a un inversionista. X sonríe como le dijeron que tenía que sonreír: con cara de que ninguna situación desagradable se presentaría, con cara de “estoy haciendo algo irregular, pero el mundo lo hace y nunca ha salido mal”. Así ha girado esta gran rueda financiera durante años, sin aparentes víctimas ni victimarios.



—No podías firmar porque estando en territorio nacional no es legal captar dinero para entidades financieras en el extranjero.

—Sí, podía pero la recomendación era no hacerlo. Tenía que explicarle: “yo no soy el captador del dinero, sólo te voy a hacer el favor de mandar tu cheque, para que no te arriesgues a que en la aduana de Toluca te lo detengan”. Todas las mensajerías privadas salen del aeropuerto de Toluca. Allí hay un equipo de aduana, que aleatoriamente abre los sobres para ver de qué se trata. Buscan drogas, efectivo, valores que no sean susceptibles de transportarse de esa manera. Cheques, por ejemplo. La realidad es que todo lo que parece estar relacionado con bancos, lo abren. Y no abren 15%. Abren 50%, por lo menos.

X dice que así funcionaban las cosas. Que si cualquier cliente mandaba sus cheques por mensajería privada, lo más probable era que el sobre fuera abierto y terminara en manos de Hacienda. Entonces, al poco tiempo los clientes tenían que dar explicaciones por el dinero que sacaban del país. ¿Por qué está mandando un cheque para afuera? Porque tengo una cuenta en Stanford International Bank. ¿Ah sí?, ¿desde hace cuándo y por cuánto, y por qué no lo había reportado ante Hacienda? ¿Por qué no había pagado los impuestos sobre las ganancias que había obtenido con esa cuenta en el extranjero? Es su obligación como mexicano reportarlo al fisco.

Uno podía decir que tenía un amigo en Antigua (qué casualidad, en Antigua, un lugar con un régimen fiscal preferente) y que le estaba prestando dinero. Pero si la aduana interceptaba un sobre con un cheque mayor de 10 mil dólares estadounidenses, uno estaba en problemas, porque en la mayoría de los casos los cheques iban a nombre de ellos mismos y llevaban su propio número de cuenta. X lo dice claramente: “si te cachaban, estabas jodido”.



Por eso los directivos del grupo siguieron los preceptos que Allen Stanford heredó de su padre y de su abuelo para la operación del negocio. “Un testamento de habilidad y comprensión de los valores y riesgos que son necesarios para alcanzar el éxito”, dijo Stanford apenas en la primera edición bimestral de 2009 de la revista World Finance. Allí, el magnate aseguró todo se daba “trabajo duro, una visión clara y valores para el cliente”. Eso, el cliente ante todo. Por eso idearon este particular sistema de mensajería privada, exclusiva e ¿ilegal?

—¿La gente confiaba?

—Totalmente. Son clientes que tenían varios años con uno, que después de mandar un cheque veían que se acreditaba y que no había problema, que podían revisar su estado de cuenta, tanto físicamente como vía internet. Se les pagaba a una buena tasa. La gente confiaba, sobre todo porque cuando pedía dinero, su dinero estaba; veía a un banco con estados financieros auditados, regulados. Por más que ahora te digan sí, pero el auditor era un negrito con un despacho. Pero cuando tú te metías a revisar la información, veías que el auditor era CAS Hewlett, que tenía oficinas en Europa. Básicamente en Inglaterra, la más grande, y otra en Antigua. Era un auditor serio. Cuando sabías que la base de datos más grande del mundo, Dunn & Bradstreet, le daba al banco una calificación de 5A, que es la más alta en ese rango que ellos pueden otorgar, confiabas.

Te ponían por escrito cuánto valía el bando, y que el índice de quiebra del banco en Antigua era menos de 1%. Lo que te daba a entender que para que quebrara, tenía que suceder una catástrofe mundial…

El “servicio de mensajería” no tenía fechas específicas para los vuelos desde el aeropuerto de Toluca, pero la mayoría se programaban los viernes. Todo dependía de la cantidad de dinero que se juntara. Cuando la suma superaba el millón y medio de dólares, el vuelo se a agendaba. El hombre X dice que eran básicamente tres personas las que hacían esos viajes con regularidad: Maricamen Martínez, la contadora; Verónica Spíndola, directora de recursos humanos y David Handelman, el Mini-Me.



—¿Cuál era el monto más alto que alcanzaban a transportar?

—No mucha gente se enteraba de eso. Sólo tres o cuatro personas. Creo que no había límite.

—Supongo que no viajaban en un auto cualquiera. ¿En qué iban al aeropuerto?

—No. Las llevaban en camioneta blindada o en coche blindado de David. Los cheques iban en portafolios. Cuando estás en un avión privado, la gente de aduana entra y te solicita el pasaporte. Si quiere checar una maleta, te la pide. La verdad es que la revisión es mucho menos estricta que en un vuelo comercial. Hoy hay rayo láser, no te quitan los zapatos.

“¿Y a qué va a Antigua?” “Trabajo para un grupo que tiene oficinas allá, voy a una junta”. Los viajes de esas tres personas comenzaron a ser más frecuentes y el personal de aduana y de migración se percató de los movimientos. Ellos mismos deben de haber avisado a la Procuraduría General de la República.

Los directivos de Stanford México trataban de rotarse para no llamar la atención, pero no había mucha gente en la que Nanes confiara para esos asuntos. El 14 de octubre de 2005 le tocó a Verónica Spíndola. Rondaba los 30 años, tenía el cabello negro y lacio, los ojos café y se arreglaba muy bien. No es de esas mujeres de belleza despampanante. Tampoco era de las que pasaban inadvertidas. Pero si por algo era posible que destacara era por sus modales y su seguridad. Se había casado aproximadamente a finales de 1003, y su vida —salvo por los viajes a Antigua— corría con apabulladora normalidad. Llevaba un tiempo trabajando en la compañía y era de las mejores empleadas. Sabía que tenía un lugar importante, se le notaba.

Iba preparada: su portafolio de papeles, su computadora portátil, lo necesario para que nadie sospechara. Había pasado por ese proceso otras veces. Era casi de rutina. Te subes al avión y entonces entra personal del aeropuerto. Allí te preguntan si tienes algo que declarar. Y siempre los empleados de Stanford deben de haber contestado: “no, nada”. Como lo dijo mi informante, a diferencia de los vuelos comerciales, al menos en ese momento, en el aeropuerto de Toluca no había máquinas de rayos x ni detector de metales en el sector de abordaje de los vuelos privados. Las primeras veces aduana y migración no deben de haber dudado. Pero cuando los viajes se hicieron recurrentes las cosas cambiaron.

Esa vez, como todas las anteriores, Verónica guardó su maletín en una gaveta del avión, se sentó y esperó que nada fuera diferente. Pero cuando los encargados de la inspección subieron y pidieron revisar su portafolios. Era un hecho, los días del “correo privado” se habían terminado.

En ese instante Verónica llamó a David Nanes. Él no era de lo que hacían habitualmente los viajes para llevar los cheques a Antigua, pero todos sabían que justo ése era un momento de fragilidad en las operaciones de la empresa.

El hombre X dice que Nanes habló de inmediato con Allen Stanford y que el millonario viajó a México en esos días. O, al menos, eso es lo que Nanes le dijo a sus empleados.



—Ahí se destapó un capítulo muy gris para Stanford. Todos estábamos preocupados. David logró frenar, de manera efectiva, pero no sé de qué forma, a la prensa, a los noticieros. Solamente en un par de publicaciones se dijo que se había detenido un avión con cheques en dólares. Nunca se consignó el nombre de Stanford. En algún periódico salió el nombre de Verónica, pero no mencionaba que era por una situación relacionada con Stanford. Nanes se movió mucho.

Es verdad, los periódicos no se ocuparon del asunto. Seguramente porque el nombre del banco no estaba involucrado. Todavía con algunas imprecisiones, sobre todo en las fechas, La Jornada del 22 de octubre de 2005 dice: La PGR detuvo en Toluca, Estado de México, a una mujer que pretendía sacar del país más de 5 millones de dólares. (…) Ayer, en el aeropuerto de Toluca, Verónica Espíndola (sic) Balandrazo fue detenida antes de abordar un vuelo a la isla caribeña de Antigua, en posesión de 5 millones 168 mil 573 dólares que no había declarado a las autoridades aduaneras.

El Ministerio Público Federal adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada logró obtener un arraigo contra Espíndola Balandrazo, ya que será investigada como presunta responsable de un delito equivalente al contrabando y operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero).



—Fueron unas tres semanas difíciles —recuerda el hombre X—. Pensábamos que esto iba a salir a la luz pública y que perderíamos clientes, y estaríamos en problemas, porque se trataba de una captación irregular de dinero. No podía difundirse.



—Lo irregular consiste en que un banco que opera en México no está autorizado para captar dinero y llevárselo al extranjero. ¿Esto es correcto?

—Exactamente. Tal cual. Tú no puedes solicitar negocios para tus compañías filiales en el extranjero si estás en suelo mexicano. Esto está prohibido.



X dice que cuando Verónica Spíndola fue detenida se negó a declarar hasta que llegaran los abogados de la empresa. Toda la horda de abogados acudió a donde estaba ella. Entonces sucedió lo obvio: la mujer fue formalmente detenida, no había un abogado que pudiera evitarlo.



—Mas no en una correccional o en una cárcel cualquiera —me dice X—. Quedó en una especie de casa de seguridad.De hecho, su esposo podía visitarla. David también la iba a ver. Hablaba mucho con ella. Nosotros estábamos preocupados porque Verónica es una buena persona. Preguntábamos por ella todos los lunes en nuestra junta habitual de las 8 de la mañana. “¿Y cómo está Verónica? “Está tranquila —respondía Nanes— Quiero que sepan que está siendo cuidada y monitoreada por nosotros. El señor Stanford está enterado de todo esto. De hecho vino a México”.

—Pero a ustedes, los empleados, no les consta que haya venido, ¿o sí?

—No nos consta. Vino un grupo de abogados de Estados Unidos. Hicieron maravillas. David Nanes decía: Stanford tiene dinero. Podríamos sacarla pero quedaría una mancha en su expediente. Lo que tenemos que hacer es demostrar que no ha hecho nada malo. Y, sí, finalmente le costó mucho dinero a Stanford en términos de abogados, tiempo y paciencia, pero dijeron que darían mordidas.



—¿Y qué pasó con los cheques?

—Fueron detenidos por Hacienda. Hubo que avisarles a los clientes, lo cual fue un asunto muy desagradable. Decirles: “oye, fíjate que en el proceso de sacar tu cheque, en esta ocasión el avión fue detenido y el documento lo tiene Hacienda, la aduana o la SIEDO. Hubo clientes sumamente molestos…

—Cancelaron los cheques, supongo.

—Se cancelaron los cheques. Mucha gente pidió al banco de donde era el cheque un stop payment, que le llaman. Pero ése no era el asunto. El asunto era…

—Aduana, Hacienda o PGR no iban a cobrar los cheques, el asunto era que los estaban sacando de manera ilegal…



—Exacto, Bueno, irregularmente. Ilegal suena mejor. Si es un cheque mayor a 10 mil dólares, tienes que reportarlo. El cheque es gringo y ese dinero ya está fuera de México… Yo simplemente en mi talonario le puso 100 mil dólares y te lo di. Pero ese dinero no está en México. Lo que está en México es el pedazo de papel. Sin embargo, para la ley, da lo mismo si es cheque mexicano o extranjero. La ley fiscal interpreta que si estás sacando un cheque por más de 10 mil dólares y no lo reportas, estás incurriendo en un delito fiscal. Aunque la cuenta y el dinero estén en San Antonio, si tú lo sacas por avión desde México, es suficiente para estar fuera de la ley. Finalmente, después de todo, se zafó de la bronca a los clientes.

Muchos de éstos eran miembros de la acomodada comunidad judía mexicana, me cuenta X.

—Estaban sumamente molestos. Culpaban a Stanford de cualquier futura auditoría fiscal que pudieran recibir. Hubo un sinnúmero de juntas entre David Nanes y los banqueros con personas a quienes se les habían quedado atorados los cheques. David contrató unos abogados y conseguimos devolverle los cheques a la mayoría, en las instalaciones de Stanford México. Los recuperaron mediante un notario que fue a la oficina. Sólo uno de ellos enfrentó una auditoría posterior. Pero no necesariamente fue por eso. A los otros jamás se le llegó una auditoría. Los clientes cuyos cheques quedaron detenidos y no pudimos recuperar, de todas formas fueron a las oficinas, con el notario, para firmar un papel que decía que sabían que el documento no había sido depositado en el banco de Antigua y que lo cancelaban.

En efecto, los poderes, que detallaban las especificaciones de los cheques perdidos, fueron firmados a nombre de Fernando Reygadas Anfossi y Moisés Castro Pisaña, para que tuvieran la facultad de recoger esos documentos ante las autoridades.

Avanzado enero de 2006, Verónica Spíndola se reintegró a sus actividades ordinarias en la oficina. Intentaba ser la misma, no cambiar su semblante, no ser especial ante la vista de sus compañeros. Pero ella sabía muy bien que esos 90 días de detención la habían cambiado para siempre. Nada sería igual desde entonces. Sus deseos de seguir adelante estaban intactos, pero algo dentro de ella había cambiado: su confianza, su humor, sus sensaciones.


¿Cuantos contadores a los que les tenemos un poquitin de envidia andarán bien enrredados con este tipo de situaciones u otras similares?.. creo muchos, la cosa es no perder el piso y saber que lo que se tiene se aquilata, y si se quiere más pero rápido eso posiblemente tendrá consecuencias. Aunque, por ejemplo, en frontera es muy cotidiano aquello de 'mandame al contador a Nogales Arizona, a San Diego, a El Paso Texas, a Calexico, a Laredo...etc etc...

Así es que, si tu contador o administrador llevas cheques 'aún sin firma, facturas o cualquier otro documento mercantil....aguas!!!!', caso contrario te tocará ser humillado aún cuando sea una operación normal (pago a proveedores, firma de factura, etc), ya que si no declaras mas de 10,000 USD las autoridades primero te mandan al hotel de la PGR a dormir unos días (y si no tienes apoyos de abogados algunas semanas) y posterior a ello te queda pendiente un PAMA.....digo, si es que te toca la suerte de que sean las autoridades mexicanas las que te 'cachen', porque si en cambio son los gringos, que dios te agarre confesado.....ve pensando que tatuaje te gustaría portar....jajajaa
 
Yo solo se que no he pagado, ni pagaré...a mi que el gobierno me pague el suport.
 
Perfil

BR2
Capitán Segundo

Mensajes: 529
Ingresó: Mayo 25, 2009
Ubicación:

No Conectado

Agregar como amigo

Arriba
08/Jun/09 14:20
Re: ¿Quién viaja a Antigua?

y en que concluyó el asunto?


oiga, como tiene razon, hay contadores que agarran casa, carro (me excluyo pago renta ando en taxi que mas digo jajajajajaja), y quedan bien pero como dicen por ahi 'a la conciencia nadie la tranquiliza despues de eso'.

Estamos en un mundo profesional donde dices como aquel contador 'cuanto es dos mas dos ? lo que usted diga jefe'.

Amen de los asesores fiscales diafanos de aqui cerquita con sus archifamosisimas planeaciones fiscales......es un circulo vicioso, el empresario harto de pagar, el sat avaricioso, el empleado chigao y zas allí aparece san ajustin fiscal..........

que historia, que historia.

salu2
 
cj
 
Perfil

cjlopezasesoria
Mayor

Mensajes: 1534
Ingresó: Mayo 18, 2004
Ubicación:

Conectado

Agregar como amigo

Arriba
08/Jun/09 14:43
Re: ¿Quién viaja a Antigua?

oiga, como tiene razon, hay contadores que agarran casa, carro (me excluyo pago renta ando en taxi que mas digo jajajajajaja), y quedan bien pero como dicen por ahi 'a la conciencia nadie la tranquiliza despues de eso'.


jajaaja.. lo del carro... no es por mí ¿verdad? (yo traigo otros problemas..ah como ha salido caro el méndigo carro)...

Aquello de 'agarran casa', nomas porque no quisiste, sino casa en la playa (sin especificar).....pero la honradez nomas deja riqueza espiritual ( pero quizas penas físicas no )..jajaja

Ah humildes contadores que desafiais a las autoridades.. en vuestras conciencias lo traigáis....jajjaaa
 
Yo solo se que no he pagado, ni pagaré...a mi que el gobierno me pague el suport.
 
Perfil

BR2
Capitán Segundo

Mensajes: 529
Ingresó: Mayo 25, 2009
Ubicación:

No Conectado

Agregar como amigo

Arriba
08/Jun/09 15:11
Re: ¿Quién viaja a Antigua?

Puedo decir que.... 'El que nada sabe... nada teme'.
 
'Quienes se creen extremadamente inteligentes son tontos con complejos reprimidos'. Claudia Cardinale
 
Perfil

CP_PACO
General Brigadier

Mensajes: 14636
Ingresó: Marzo 10, 2005
Ubicación:

Conectado

Agregar como amigo

Arriba
08/Jun/09 17:14
Re: ¿Quién viaja a Antigua?

es dificil como empresario saber cuales son los riesgos fiscales que corre al hacer movimientos fiscales y financieros, pero me queda claro que el hacerlos no es dificil saber que tu dinero viaja a otra parte del mundo y regresa por otra empresa o sociedad.
es a bien sabido orientar y mesurar las planeaciones ofrecidas a nuestros clientes,en particular las que no estan cubiertas patrimonialmente y en penas corporeas.
por otra parte que hay del trafico de influencias que gozan algunos mexicanos.
saludos
 
Perfil

garcyasocp
Capitán Segundo

Mensajes: 522
Ingresó: Abril 21, 2007
Ubicación:

Conectado

Agregar como amigo

Arriba
08/Jun/09 18:09
Re: ¿Quién viaja a Antigua?

Ufff por un momento pense que te referias a La Antigua, Veracruz.....menos mal....que es otra antigua....


ya saben....mejor no llevar ni ir por facturas y cosas por el estilo....


no sea la de malas...

 
**ES MI MAS HUMILDE OPINION** ------------------------------------ L.C. RUIZ **Si ganas el éxito, disfrútalo. Si te toca la derrota, afróntala**
 
Perfil

lcruizuscanga
Coronel

Mensajes: 4709
Ingresó: Marzo 16, 2005
Ubicación:

Conectado

Agregar como amigo

Arriba
10/Jun/09 16:07
Re: ¿Quién viaja a Antigua?

Interesante este topico..

La pregunta es (y ya sabemos que el hubiera no existe) si hubieramos sabido esto .. habriamos dejado las inversiones que a la postre se perdieron?

Nunca lo sabremos por que todo se manejo muy discretamente
 
Saludos desde Acapulco !!
 
Perfil

Oscar
Cabo

Mensajes: 39
Ingresó: Mayo 18, 2004
Ubicación:

No Conectado

Agregar como amigo


Página: 1