PARA REFLEXION.......

SALUDOS



ESCRIBANOS: opinion@imagenzac.com.mx Lunes 25 de Junio de 2007


Una decepción más

Luis E. Mercado

Muchas cosas rescatables hay en el paquete que presentó Agustín Carstens; pero tiene insuficiencias monstruosas porque la clase política mexicana no tiene los tamaños para hacer las cosas bien de una vez por todas.
El paquete fiscal que mandó el ejecutivo a los legisladores es un ejemplo más de la mezquindad de los partidos políticos, que se niegan a darle a México el rumbo que necesita.
Muchas cosas rescatables hay en el paquete que presentó Agustín Carstens; pero tiene insuficiencias monstruosas porque la clase política mexicana no tiene los tamaños para hacer las cosas bien de una vez por todas.
Por ello no se puede tocar el IVA, por eso se respetan los privilegios de los regímenes fiscales especiales, por eso la parte del Impuesto Sobre la Renta y el Código Fiscal es lo mismo que nos ha recetado la burocracia de la SHCP desde hace 25 años.
El PRI no se atreve a ir a fondo, desperdicia otra oportunidad más para mostrarse como el partido capaz de impulsar a México y tiene el cinismo de reconocer que se requiere generalizar el cobro del IVA, pero que sus estatutos le impiden avanzar por ese camino.
Es decir, México es rehén de los estatutos priístas.
El PRD no puede despojarse de la túnica del populismo y escondido entre los pobres, les garantiza que seguirán siendo pobres, pero compadecidos por los amarillos.
El PAN no se atreve a enfrentarse a las demás fuerzas con una reforma completa y luchar por venderla a la sociedad.
Así que nos quedamos con un paquete fiscal que no termina de resolver las insuficiencias de las finanzas públicas, porque al final del sexenio se necesitarán recursos por el equivalente a 5 puntos del PIB y el actual paquete ofrece menos de 3; que no hace al país más competitivo, que no tiene con qué combatir a la economía informal y que, en esencia, no moderniza el panorama tributario de México.
Sí hay partes alentadoras: la que se refiere al gasto, para avanzar hacia un ejercicio basado en resultados y la del nuevo impuesto de 16% para caminar hacia una tasa única.
Y párele de contar, porque el 2% de impuesto para los depósitos en efectivo no pasa de ser una buena intentona.
El resumen es decepcionante porque está lejos de ser la gran transformación fiscal que el país necesita.
Cuando los políticos mexicanos tengan eso que tanta falta les hace, harán a un lado la demagogia, se atreverán a generalizar el cobro del IVA como la única herramienta real en contra de la evasión y acabarán con los regímenes especiales que han ganado los empresarios vía el amparo y que hacen que también en la parte tributaria México sea un país con profundas desigualdades.
Pero con la clase política con que Dios ha castigado a México es posible que esperar una verdadera reforma de la hacienda pública sea esperar demasiado.
Hasta el próximo lunes con nuevas

PERSPECTIVAS.

Si es para reflexionar, pero el intento de Cartens, se hizo, y parece que, que va adelante.